martes, 20 de abril de 2010

III Concurso de Cante Flamenco de Castro del Río.

Bailar en tu localidad es una gran responsabilidad. Pero bailar cada poco tiempo no tiene nombre.
Me encanta que mis paisanos me reclamen, y a la vez me provoca mucho miedo por pensar no estar a la altura. Desde luego esto último es fácil de averiguar: los aplausos son el marcador.
La Peña Flamenca siempre ha depositado una gran confianza en mi trabajo como bailaora, y de nuevo quiero dar las gracias a la dirección de la Peña. Sois conscientes de que me habéis visto crecer, no solo como bailaora, y me llena de orgullo ver como cada vez que bailo para vosotros disfrutáis de mi baile y de mi cuadro.
En esta ocasión he hecho algunos cambios en mi forma de bailar, y he tenido la suerte de contar con un cuadro que se compenetra y que disfruta mucho en el escenario, y eso me encanta, y todos pensamos que el público lo percibe y lo disfruta. Bailar, cantar, tocar, no es una mera ejecución de algo aprendido, es transmitir emociones, y parece que el domingo dieciocho de abril hubo muchas e intensas.
Agradecer a mi familia y a mis amigos su apoyo, pero sobre todo quiero que sepáis que me hacéis crecer cuando veo que disfrutáis con nuestro trabajo, sabéis que es duro llegar a ofrecer algo bueno.

Desde aquí, desde este pequeño escaparate, quiero agradecer a mis músicos el trabajo realizado, y decirles que con ellos es imposible bailar mal.
Rosi, no te puedes imaginar como me gustó tu cante por soleá, ¡como brilló!.
Juan, cuanto compás y cuanto arte, y que gracia y simpatía. Con tu voz te metiste al público en el bolsillo, y a alguien más...
José Luis, que bonita tu bulería, que gusto tocando. Como disfrutó el público con tu toque.
Y que decir de Juanfra: amigo cuanto aprendo de , y que confianza me inspiras. Suerte que pronto seréis tres en casa, un beso Irene.

Y un beso a todos los que se emocionan con el arte.

Os dejo algunas imágenes de esa magnífica tarde.